viernes, 21 de junio de 2013

Los payasos siempre la cagan - MI ABUELO SIEMPRE ME LLEVÓ AL CIRCO -

Es así. Es como una regla.

Desde Plim Plim hasta It todos generan miedo en los pequeños de cierta edad. A veces suelen atormentar a los adultos también, pero este no fue el caso.

En estos úlitmos meses como hombre desempleado de los medios he aprendido a aprovechar los feriados.

El fin de semana super largo lo comencé con una muy buena actividad. Fuimos con las dos peque rubias y Pedrito al Microcirco.

Llegamos temprano, cuando digo temprano es que llegamos antes de que la función anterior a la nuestra terminara.

Entramos y esperamos un rato largo. Mientras tanto, los chicos del barrio beneficiado con la estadía de la carpa durante éste fin de semana ya habían visto el repertorio y empezaron a correr por todos lados e insultar a algunos de los colaboradores.

Los tres peques y yo estábamos tranquilos esperando que el telón se levantara - una señora sentada al lado mío me dice ''en el circo no hay telón, eso pasa en el teatro'' y creo que cerró su frase con un ''sos medio boludo'' pero me hice el que no la escuché - pero pasaron veinte minutos hasta que el presentador salió a escena.

Una vez que comenzó el show todos en la micro carpa se concentraron en lo que estaba pasando.

Después lo de siempre, música, equilibristas, magos y - ta tan ta tan - los payasos. Eran buenos pibes, no fueron ellos el problema, fueron su vestimenta y maquillaje los que hicieron que la platea femenina de mi grupo me miraran al mismo tiempo y me dijeran ''no nos gustan los payasos''.

Automáticamente se acabó la euforia y mientras más se acercaban ''Peligro y Peligrin'' - uno de ellos con una bandera que decía PELIGRO - más efusivo era el reclamo ''nos queremos ir, no nos gusta''.

Comprendí inmediatamente que la estaban pasando mal. Tras un minuto y medio de presentación de los payasos nos fuimos y ya en el auto nadie se acordaba del mal momento.

El balance del circo finalmente fue positivo.

En el viaje de vuelta me acordé de esos Viernes por la noche en los que mi abuelo Rene nos llevaba a mi hermana y a mí a los circos que llegaban a la ciudad. Al termino de las funciones mi abuela Carmen nos esperaba en su casa con empanadas y su infaltable vinito y esa frase que siempre voy a recordar ''es mejor un poco de vino con soda que esa porquería de la coca cola''.





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